La dolce vita I

Ahora que llega el verano os damos ejemplos de famosos que no van sin sus perritos. Ejemplo de moralidad y de amor por los animales, además de privilegios y vida placentera. ¡Que vida de perro!
Lo de los chihuahuas de Paris Hilton es tan vox populi que preferimos omitirlo, pero hay otras como Britney Spears que no se quedan atrás en lujos para estos animalitos con a veces tan malas pulgas. Y es que algunos canes están tan estresados como sus dueños por eso Jim Carrey decidió llevar a su perro labrador a un masajista para quitarle las tensiones del cuello después de una sesión intensiva de coger el disco en la playa.
Lo que comen estos bebés mimados no es una tontería, si sus dueños siguen las dietas macrobióticas o estas dietas especiales para tener la misma celulitis que las demás (porque la tienen), sus perros no se quedan atrás. El Golden Retriever de Nicolette Sheridan sólo come hortalizas y carne cruda.
A la hora de viajar tampoco se quedan cortas: Mariah Carey, le compra en exclusiva billetes de avión de Nueva York a Los Ángeles en primera clase a su Terrier, Jack: lo que tampoco sabemos es si el perrito sabrá coger el taxi hasta el aeropuerto.

¿Vida de perro? Que cambien ya esta expresión, para concretar «Yo quiero tener una vida de perro de famoso»

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