Ellos lo pueden seguir negando todo lo que quieran pero ya hay pruebas irrefutables de que el romance de George Clooney y la abogada de Julian Assange, Amal Alamuddin, va viento en popa.
Sino, como nos explican su relación «estrictamente laboral» con ese viaje a Tanzania que se han pegado los dos recientemente y de ahí se fueron juntos a las islas de Seychelles. ¿Para hablar ahí sobre la injusticia del orden mundial? Sí, claro, todo puede ser. Pero esas conversaciones las tendrían entre polvo y polvo que se echarían.
Además los amigos del actor dicen que todo apunta a que las cosas van en serio. Y dicen también que Amal les cae muy bien porque es una mujer realizada profesionalmente y ella no piensa en dejarlo todo de repente para hacer una carrera en el cine. Vamos, que los dos son de la misma calaña, pero cada uno en su campo.
Y parece que a George Clooney y a Amal Alamuddin ya les cansa un poco esconder su amor y la pareja cada vez más se deja ver por los restaurantes de Nueva York. Pero todo muy cuerdo, nada de noñerías ni besitos en público. Como si de cenas de trabajo de se tratara. Pero todo el mundo sabe que después de las cenas de trabajo no se sale del restaurante con ESAS sonrisas.