El escándalo que provocó la noticia sobre el divorcio de Katie Holmes y Tom Cruise ya queda en el pasado. Los dos han conseguido hacerlo de forma cuanto más discreta y rápida. Parecía que la paz ha llegado. Pero resulta que las complicaciones sólo acababan de comenzar. Y el nombre de estas complicaciones es Suri.
Es bien sabido que Tom Cruise no dedica suficiente tiempo a la educación de su hija. Katie Holmes le acusa de que el actor no está dispuesto a adaptarse a la agenda de Suri. Pero no vamos a negar, ahora Tom trabaja muchísimo. Según algunos amigos de Katie, ella entiende perfectamente que su ex marido quiere ver a su hija, pero opina que es él quien tiene que adaptarse y no al revés.
Pero de momento todos los encuentros de Suri y su querido papá son improvisados lo que desestabiliza la rutina de la peque. El último caso le enfadó muchísimo a Katie. Era Criuse quien tenía que venir a ver a su hija pero por culpa de los compromisos profesionales al final no lo pudo hacer y fua Suri la que tuvo que desplazarse a Londres. Katie considera esta situación insostenible y no sólo porque estos viajes rompen su rutina sino también porque la niña de 6 años tiene que perder muchísimo tiempo en estos viajes.
Por el bien de Suri los dos actores han llegado ahora a un temporal acuerdo que los viajes de Suri no tendrán que superar las 8 horas de vuelo. Y luego ya se verá.