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Desde que Charlene Wittstock se casó con el príncipe Alberto, se le mira con lupa. Y los periodistas del corazón han observado un importante cambio en su vestuario, que en sus últimas apariciones ha sido más holgado de lo habitual. Y claro, enseguida se han disparado los rumores y las especulaciones sobre un posible embarazo de la princesa, que ya dijo recientemente que quería tener hijos lo antes posible.
Y es realmente de extrañar, cuando Charlene, costumbrada a lucir prendas que se ajustaban a la perfección a su cuerpo, en su última aparición con motivo del centenario de la Parroquia San Martín de Mónaco eligió un amplio vestido color tabaco y una chaqueta negra.
Además ahora ha aparecido otro motivo que hace sospechar que la pareja está a punto de convertirse en los padres. En las últimas semanas Charlene ha realizado múltiples interupciones en su agenda, tantos que la prensa ya se ha acostumbrado a ver a Alberto de Mónaco acudiendo solo a los actos oficiales. Y por supuesto, es lo que hizo que todo el mundo se pregunte el motivo de la ausencia de su mujer.
De momento la princesa comenta lo ocurrido de siguiente modo:
“Creo que lo que se espera de mí en un futuro cercano es que sea princesa a tiempo completo. Pero sólo me he tomado un descanso. Creo que, como todo el mundo, necesito un tiempo para acostumbrarme”
Sea como sea, a nadie le extraña que tuviesen prisa por tener descendencia, ya que son los responsables de dar un heredero al trono monegasco. Y para que así sea, el hijo debe ser varón ya que la familia real de Mónaco es una de las pocas familias reales europeas que todavía no han cambiado el orden de la sucesión en el trono.