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Conrad Murray será conocido para siempre como el hombre que provocó la muerte anticipada del Rey del Pop. El médico de Michael Jackson ha sido declarado culpable del cargo de homicidio involuntario por suministrar al cantante un anestésico que terminó causándole la muerte, por el que podría pasar hasta cuatro años en la cárcel. Los doce miembros del jurado alcanzaron el veredicto unánimemente después de cerca de 10 horas de deliberaciones que comenzaron el pasado viernes 4 de noviembre y que continuaron el lunes 7 de noviembre.
La secretaria judicial Sammie Benson se encargó de leer el veredicto de culpabilidad que Murray, de 58 años, escuchó sin mostrar casi ninguna emoción, mientras en la sala se escuchaba un grito de alegría.
Según avanza el periódico ‘Los Angeles Times’, la pena máxima en estos casos es de cuatro años, pero Murray podría quedar en libertad condicional o bajo un arresto domiciliario al no tratarse de un crimen violento. Murray también se enfrenta a la posible pérdida de su licencia médica, después de que las autoridades del estado de California ya hayan dictado una suspensión sobre la que todavía no se han pronunciado Nevada y Texas. El juez, Michael Pastor, dictará la sentencia el próximo 29 de noviembre, fecha hasta la cual Conrad Murray permanecerá en prisión sin posibilidad de fianza.
La madre de Michael Jackson, Katherine, su padre, Joe, y sus hermanos Jermaine, Rebbie, Randy y La Toya, estuvieron presentes en la lectura del veredicto. “Se ha hecho justicia”, dijo Jermaine Jackson, uno de los hermanos del Rey del Pop. La hermana mayor del cantante, Rebbie Jackson, declaró a la cadena HLN: “Estoy feliz de que sea culpable, aunque esto no nos devolverá a Michael”. Otra hermana de Michael, La Toya Jakson dijo a los periodistas: “Gracias América, gracias al equipo de la acusación… Michael estaba en la Corte y es por eso que se logró la victoria.”
La decisión del jurado fue recibida con aplausos a las puertas de los juzgados donde se congregaron decenas de personas que corearon “justicia para Michael”, un lema que dibujaba sus carteles, e incluso algunos fans no pudieron contener las lágrimas tras saber que Murray había sido condenado. Se han oído los gritos de alegría e incluso hubo algún que otro desmayo.