Por fin Lilo es fuente de unas buenas noticias. Aunque de momento es solo una noticia. Lindsay Lohan ya no consume sustancias prohibidas. Las fuentes cercanas a la actriz cuentan que ella se encuentra perfectamente en su nueva clínica y ya no necesita ni sus «chuches», fármacos de los que dependía antes de entrar en rehabilitación.
Se trata de las pastillas llamadas Adderall, una variedad de anfetamina, cuyo fin es agudizar la atención y aniquilar la ansiedad. En muchos países este fármaco es considerado una droga y está prohibida su venta. En su primera clínica Betty Ford Lilo no quería seguir precisamente porque le quitaron esas pastillas.
Pero el cambio de la clínica le ha sentado a Lindsay de maravilla. Ahora la actriz dice que le cuesta creer lo fácil que ha sido dejar de tomar esas pastillas, que le fueron prescritas porque en su momento le diagnosticaron el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. En la clínica nueva han determinado que el diagnóstico era erróneo. Y ésto fue determinante a la hora de abandonar las pastillas.
Que por cierto, dicen además que Adderall es muy popular entre ciertas actrices en Hollywood porque ayuda a mantener peso. De hecho algunas amistades de Lindsay decían lo mismo que ella estaba tomando esta anfetamina porque no quería engordar.
Sea como sea, Lindsay Lohan por fin ha dicho «no» a las drogas. Ahora veremos a ver cuanto durará ese «no» después de que le den el alta.