Lindsay Lohan ha conseguido lo que quería – le han permitido cambiar la clínica para seguir con su tratamiento de desintoxicación que le ordenó el juez. Ahora Lilo se encuentra ya en su nueva clínica – Cliffside en Malibú. Pero antes de ello la actriz estaba a punto de volver a tener una recaída después de que uno de los pacientes de la clínica Betty Ford le ofreciera un chute de cocaína.
Resulta que por culpa de las deficiencias en el sistema de seguridad uno delos pacientes ha conseguido traer las drogas a la clínica donde empezó a ofrecerlas a sus compañeros incluida Lindsay. Pero la actriz supo decir «no». Según cuentan sus amigos, ella se enteró de lo que estaba pasando en la clínica y eso le entristeció mucho.
«Su desintoxicación iba viento en popa y ella no quería que a su alcance estuviera cualquier tipo de tentación, menos aun las drogas. Además Lindsay quería irse a otra clínica donde ella tendría más sesiones personales con el doctor.»
Yo a principio pensé que se trataba de un truco de Lilo para salirse con las suyas. Pero esta historia la confirma la madre de otra paciente, que también se negó a tomar drogas. La mujer cuenta que muchos de los que no supieron resistir se fueron de la clínica voluntariamente.
El representante de Betty Ford no dio comentarios sobre lo sucedido pero dijo que el único momento cuando es posible la introducción de las drogas a la clínica son los domingos cuando los pacientes tienen visitas de sus familiares, a los que, por supuesto, no se les cachea.
Si la historia es verdadera me alegro mucho por Lindsay. Parece que la rehabilitación le está sentando realmente muy bien.