Todos recuerdan aquel escándalo con las fotos de Scarlett Johannson fotografiándose su precioso trasero. Menudo revuelo causaron aquellas fotos en los medios. El trasero y la tetilla de Scarlett salieron en portadas de todos los tabloides del mundo. Y todo gracias al (o por culpa del) trabajo de un hacker que robó las fotos de la actriz y las publicó en las redes sociales.
Se llama Christopher Chaney de Florida, tiene 36 años y es (o ya era) un chupatintas de una oficina. El pirateó las cuentas de correo de Scarlett Johansson y de otras famosas (Mila Kunis, Christina Aguilera o Renee Olstead), porque era adicto a espiar sus vidas personales. Y todo esto en un año, desde noviembre de 2010 a octubre de 2011.
Christopher Chaney en un principio fue acusado de 28 cargos relacionados con la piratería y se enfrentaba a 60 años de cárcel. Así que se podría decir que el tío salió bien parado. Le cayeron 10 años de prisión. ¡Pero son 10 años de cárcel para alguien que no ha matado a nadie!
Está claro, robar la información privada de las personas está muy mal y puede hacer mucho daño, a menudo irreparable. Pero condenar por ello a 10 años de cárcel parece excesivo incluso para la puritana América. Seguro que si no se tratara de las mujeres famosas de Hollywood el caso no habría llegado ni a los tribunales. Esta condena podría ser llamada zurra ejemplar. Para que los demás tengan miedo. A los demás les va a dar igual y aun veremos en el futuro más escándalos de este tipo.