Lady Gaga en Navidad se lo ha pasado pipa por Tokio, pero parece que para su asistente personal esto ha sido la gota que colma es vaso. Porque Jennifer O’Neill, la que fue asistente personal de la cantante los últimos 13 meses, ha decidido dejar su trabajo y llevar una denuncia a los tribunales.
Jennifer O’Neill acusa a Lady Gaga de abusos laborales. Dice que las condiciones de trabajo eran infernales y que más que una asistente parecía una esclava personal de Lady Gaga. Denuncia que la diva le debe 7.168 horas de trabajo extra que nunca le pagaron, una retribución que asciende a 291.000 euros. Así lo informó esta mañana el diario New York Post.
O’Neill asegura que tenía que estar pendiente de las exigencias de Lady Gaga durante 24 horas al día, detalles como por ejemplo pasarle una toalla o ser su agenda y alarma personal para que la cantante cumpliera con todos sus actos.
«Tenía que acompañar a la cantante a todas partes: en avión, en yate, en autobús, a los shows, a las fiestas privadas, en su habitación del hotel e incluso en su propia casa. Lady Gaga odia estar mucho tiempo sola. ¡Este trabajo no me dejaba tiempo ni para comer, ni para dormir!»
No es la primera vez que Gaga acaba a malas con miembros de su equipo. Muchos de los que tuvieron que trato con ella dicen que es propensa a despedir a la gente sin razón alguna, por ejemplo, los días cuando la cantante tenía mal humor. Angela Ciemny, una de sus empleadas, denunció que la artista no le dejaba dormir porque la obligaba a quedarse en su cuarto ya que Lady Gaga tenía miedo a quedarse sola.
Por supuesto los representantes oficiales de Lady Gaga dicen que la denuncia es completamente absurda. La propia cantante todavía no ha hecho ningún comentario a respecto.