Un año, un mes y cinco días es lo que ha durado el segundo matrimonio de la modelo Esther Cañadas. La alicantina se casó con el piloto de motos Sete Gibernau, tras tres años de convivencia, en Mas Salvia, en Pals (Baix Empordá).
A los 5 meses de la boda ya se hablaba de cuernos: Esther fue pillada con un joven moreno y de ojos verdes, paseando por Nueva York y cogidos de la mano. Por entonces ella decía que no había nada que esconder porque entre ellos dos no había nada.
No han faltado comentarios acerca de lo aburrida que era la vida de pareja de Sete y Esther, pero hasta ahora ninguno de los dos se ha pronunciado sobre el tema y, por su historial, no creemos que lo vayan a hacer. Únicamente queda el comunicado oficial, en el que dicen que la separación es de «mutuo acuerdo«.
Cuando la modelo se casó con Mark Van Der Loo el matrimonio no llegó a cumplir el año de casados. Las malas lenguas hablaban de matrimonio comercial. Después vinieron relaciones fugaces con José Coronado o con David Beckham, algo nunca confirmado.