No es que tengan mucho en común Andrés Pajares y Ronaldo pero en una cosa han coincidido esta semana, ambos han acabado delante de un juez.
De Andrés Pajares no hay mucho más que añadir tras su actuación estelar en el programa ‘¿Dónde estás corazón?’ (en la que quedó claro que no se encuentra en sus cabales). Ha vuelto a “dar la nota” esta vez, presuntamente, ha agredido a su abogado con uñas y dientes (literalmente, con uñas y dientes). Armado con un spray y una “falsa” pistola, irrumpió en el despacho de su abogado, pasando por encima de aquello que se interpuso en su camino hasta que consiguio morder al letrado. No me cansaré de repetirlo; Andrés ¿quién te ha visto y quién te ve?
Lo de Ronaldo tiene más guasa. El astro brasileño se aburría en su país, donde se encuentra recuperándose de una grave lesión de rodilla y claro, no se le ocurrió otra cosa que contratar los servicios de una prostituta. La cosa no acaba ahí, porque no contento con eso el futbolista (que se seguiría aburriendo) decidió contratar otras dos prostitutas más para que se unieran a la fiesta.
Bien, hasta aquí la cosa hasta puede resultar incluso graciosa pero, no lo debió ser tanto, cuando descubrió que las señoritas eran, en realidad, hombres travestidos. El futbolista, engañado, se negó a pagar sus servicios y fue entonces cuando las “señoritas” amenazaron con “airear” la afición de Ronaldo a las prostitutas e incluir las drogas en el escándalo.
Se dice que le llegaron a pedir una suma equivalente a 20.000 euros para comprar su silencio. Sea como fuere, el asunto acabó en el cuartelillo, con los travestis acusados de una supuesta extorsión al jugador brasileño.
Andre Luis Ribeiro Albertino es el travesti que encabeza las acusaciones contra Ronaldo. Acusaciones que, como podrán imaginar, se han vuelto en su contra. A falta de pruebas y sin restos de drogas en la investigación, la hipótesis de la extorsión toma fuerza. Pero además ¿se imaginan cuál de las partes puede contar con los mejores abogados?
Tras ver las imágenes, lo que realmente no acabo de entender es cómo Ronaldo puede tener tan mal gusto. Aunque, bien pensado, viendo el «éxito» de sus relaciones anteriores con el sexo femenino, puede que el futbolista necesitara “nuevas experiencias”.
En el fondo, ¿le habrá gustado?