Aun nos queda una celebración que afrontar con nuestros agotados estómagos. Y seguro que todos vosotros empezasteis el año con vuestros buenos propósitos de vida sana. Pues Kelly Osbourne nos puede contar mucho sobre el tema. Su cambio estos últimos dos años ha sido espectacular. La chica perdió 23 kilos y ahora con 150 de altura Kelly pesa 50 kilos.
En una entrevista a la revista In Touch la cantante descubrió el secreto principal de este cambio – la felicidad:
«La gente piensa que yo he adelgazado y entonces empecé a ser feliz. Pero es al revés. La felicidad es lo primero. Yo cambié mi vida y la pérdida de peso ha sido un agradable suplemento.»
Pero no solo es la felicidad sino también mucho deporte:
«Me encanta hacer deporte. ¡Quién iba a pensar que algún día yo diría esto! Me dedico media hora a los ejercicios cardiovasculares, con bicicleta estática, luego yoga o pilates según el día.»
En comida también hay mucho orden. Kelly se permite un capricho tan solo una vez a la semana. Pero el resto de los días es una dieta, la que de todas formas no supone el rechazo de los alimentos muy ricos:
«Para el desayuno me preparo una porción de copos de avena o una pequeña porción de tortilla francesa con setas y espinaca. Para comer una ensalada o una hamburguesa de pavo. Para cenar arroz salvaje con verduras y carne.»
Por cierto en otra entrevista Kelly Osbourne de 27 años dijo que ella se llama a sí misma FFP (former fat person) – ex obesa pesona:
«Eso significa que siempre vas a ver en ti de lo que antes se mofaba todo el mundo. Incluso ahora no me considero lo suficientemente delgada. Pero en los últimos años me lo he currado mucho con mi cuerpo y he aprendido quererme.»
Uy, eso de no considerarse «lo suficientemente delgada» te puede pasar la factura querida Kelly. Tener el aspecto saludable ser feliz todo esto está muy bien, pero de la insatisfacción con tu cuerpo hay un paso hacía los desordenes alimenticios como por ejemplo la anorexia… Cuidadín.