Al llegar al plató de la gala final de ‘
El Reencuentro‘, Coyote y Marta sonreían felices después de quedarse a un paso del primer premio. Al principio todo eran risas y saludos hacia el resto de compañeros, pero el cantante no tardó en darse cuenta de la ausencia de su mujer. Antes de entrar en materia, la dirección del programa les proyectó un recopilatorio de sus momentos más íntimos desde que el reality comenzó.
La cara de Coyote y Marta era todo un poema mientras asistían, desde fuera, a las imágenes de sus supuestos coqueteos. Mientras tanto, Coyote preguntaba por su mujer Lily, pero nadie le contestaba. La tensión empezó a subir y ambos se pusieron bastante nerviosos.
«
¿Os arrepentís de algo?», preguntó Jordi González a la
pareja. Tras negar arrepentimiento, Marta se disculpó por haber llorado y negó que le interesara algo más que la amistad de su compañero.
La entrada de Lily en plató ha sido la mejor escena de culebrón venezolano (¡wey!) que ha emitido la televisión en años. Ella, cabizbaja, arrastraba los pies, y él, enfadado se limitó a cogerla por los hombros y aunque la besaba, le repetía “tú y yo tenemos que hablar”. La mujer de Coyote se negó a saludar a Marta. «Si ella no me quiere saludar yo no voy a decir nada», opinó Marta.
Coyote al ver la actitud de su mujer se quedó atónito y quiso quitar hierro al asunto diciendo: «Lily me conoce y sabe lo que hay tanto fuera como dentro. Sabe cómo me comporto, cómo actúo, cómo abrazo, cómo beso y cómo quiero a las personas. Tanto a amigos, como hermanos, como cuñados».
La mujer de Dax no tadó ni dos segundos en ponerse a llorar como una Magdalena mientras sollozaba “soy yo la que te tiene que querer”, digno de cualquier telenovela y Coyote se iba enfadando cada vez más al ver la poca confianza de su mujer.
Coyote llegó incluso a dirigirse al público como “los 40 gilipollas que están aquí”, increible, menuda educación tiene el cantante,¿ no serás tú el» gili………» que ha entrado a un concurso para hacer el ridiculo? Mientras tanto Jordi alucinaba con la situación y Marta no entendía nada.
En fin, unas escenas bochornosas, que esperemos no volver a ver en mucho tiempo, aunque con Telecinco uno nunca sabe a lo que se va a tener que enfrentar.