El príncipe Harry, el hijo menor del príncipe de Gales y de la difunta princesa Diana, ha estado luchando en Afganistán contra los talibanes, admitió ayer el Ministerio de Defensa británico, confirmando lo que ha sido hasta ahora uno de los mayores secretos de prensa.
La noticia de que Harry, tercero en la línea de sucesión al trono británico, estaba combatiendo en Afganistán, fue confirmada después de que »páginas en internet extranjeras» rompieran el acuerdo de no difusión que pesaba sobre la información, según indicó el alto mando militar.
El joven heredero de 23 años, oficial de un regimiento de caballería, pasó las últimas diez semanas en servicio de forma anónima en la peligrosa provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, donde tienen su base la mayoría de las tropas británicas, confirmó el jefe de las fuerzas armadas británicas, Richard Dannat.
En fotografías e imágenes divulgadas tras la confirmación de la noticia, se ve al joven príncipe patrullando a pie en la provincia de Helmand y disparando contra supuestos combatientes enemigos.