Principe Harry, «de tal palo…»

Desde luego el encanto y la cercanía que manejan en la casa real inglesa, deben de darla en el biberón. Aunque siendo el Principe Guillermo y el Principe Harry hijos, de Diana de Gales, algo les quedó de esa humana cercanía. Lo digo, porque aunque las comparaciones son odiosas, no veo ápice de esa naturalidad en nuestra casa real que pretende acercarse al pueblo, con más rigidez y sobriedad que un monasterio franciscano.

La visita del Principe Harry a Chile de la mano de la ministra de Desarrollo Social, María Fernanda Villegas, ha sido todo un despliegue de naturalidad, sonrisas y cercanía, en el centro social «Amigos de Jesús». Se nota que se lo pasa bien, que comparte más haya del protocolo pero sin saltárselo, experiencias con las personas a las que saluda. Y puede que sea sólo para la foto, pero ¡Que fotos!

El principe Harry será el niño malo de la casa real inglesa pero cuando tiene que trabajar, está presente, no hace que está. Nuestra familia real, exceptuando Juan Carlos, parece que tiene miedo pensemos que son humanos. Por supuesto Harry finalizó su visita Chile con una reunión de media hora oficial con la Presidente Michelle Bachelet. Quizás ahí es cuando se le torció más el gesto, aunque no lo creo. Los hermanos hijos de la difunta Diana de Gales y el eterno principe Carlos de Inglaterra, pueden decir que huyen del estereotipo inglés de serios y flemáticos. Se lo han mandado en paquetes de doce a la Zarzuela.

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