Las hijas de Demi Moore y Bruce Willis, Rumer, Tallulah y Scout están hartas de los constantes ataques de nervios de su madre, que no acaba de superar su ruptura con Ashton Kutcher. Y como siga así, incluso hay peligro de que la actriz tendrá que ser ingresada a la clínica de rehabilitación de nuevo. Por eso las chicas intentan reducir su comunicación con Demi al mínimo posible.
Ya han pasado más de seis meses desde la separación de Demi Moore y Ashton Kutcher pero Demi sigue sin levantar la cabeza, aunque hace unas semanas había indicios de que todo iba ya bastante bien. Pero la situación ha empeorado en la fiesta de graduación de la hija mediana de la actriz, Tallulah. Entonces las niñas ya estaban evitando a su madre e intentaban estar más con su padre, Bruce Willis.
«Demi todavía no ha conseguido poner orden en su vida y las chicas quieren que este drama termine cuanto antes y su madre pueda seguir adelante. Pero el drama sigue y los conflictos familiares han llegado a su apogeo – las niñas no quieren comunicarse con su madre.»
La situación se complica además porque tanto Rumer, como Tallulah y Scout mantienen amistad con Ashton Kutcher y esto le provoca aun más angustia a Demi.
«Las chicas le adoran a Ashton porque cuando ellas eran más pequeñas Ashton pasaba mucho tiempo en su compañía. Él ocupaba un lugar importante es sus vidas y ellas no quieren perder el contacto con Ashton. Le echan de menos.»
Según la revista «Hollywood Life» las hijas de Demi son conscientes de que la actriz va a recaer y tendrá que volver a rehabilitación y ellas no pueden con ese estrés y preocupación, están cansadas, quieren una madre y no una hermana pequeña.