Paris Hilton la multimillonaria bisnieta de Conrad Hilton (el fundador de los Hoteles Hilton) ya no le debe nada a sus antepasados por mucho que la quieran desheredar no creo que eso influya en unas finanzas que son del todo propias, con ingresos televisivos, marcas de perfumes, ropa, facturación por eventos en discotecas y por se una excéntrica a la altura de Kim Kardashian, lo que sucede es que Hilton vino antes que la riquísima armenia-estadounidense.
Lo nuevo de Paris después de que a principios de este año construyera una mansión para sus perritos que son en número…¡un montón! y además idéntica aunque en miniatura que la suya propia, bueno, pues lo último es ir a juego en la ropa con ellos. Ya sabíamos que los adornaba como árboles de navidad con collares, extensiones, y todo lo que un animalito pueda soportar en el cuerpo. Lo que quiere la reina de lo hortera es que sus chihuahuas o la raza de turno que le quepa en su Louis Vuitton, vistan como ella. Con la mala leche que se gastan algunos de estos pequeñines no sé porque no se rebelan. Un montín en la mansión perruna de los Hilton, sería una noticia digna de portada, y ella saliendo de su mansión de mayores, con la ropa hecha jirones por mordisquitos de esas ricuras.
Yo si fuera Paris, trataría a mis animalitos con entidad propia, no como juguetes.