Lindsay Lohan, por mucho que sea Lady Problema de Hollywood, ha nacido con una flor en el culo. La lía cada dos por tres pero aun así hasta el momento se ha librado siempre de la prisión. Multas, períodos de prueba, prisión condicional, rehabilitación o trabajos en beneficio de la comunidad, es todo lo que tuvo que pagar por sus constantes liadas Lilo. Y esta vez igual.
Hace una semana en Los Ángeles se celebró el juicio en el que se decidió el destino de Lindsay «1000 Problemas» Lohan por el aquel accidente de tráfico el año pasado, cuando la actriz intentó echarle la culpa a su asistente. El asistente no estaba de acuerdo con este orden de las cosas y presentó una demanda. Y así a la grave infracción de las normas de circulación se ha sumado la acusación por falsedad de declaración. La situación se complicaba también porque Lindsay Lohan estaba en período de prueba por el robo de joyas en el año 2007.
Y juez tuvo piedad y le ofreció a Lindsay a asumir su culpa, lo que Lilo hizo sin más tardar. La sentencia final: nada de prisión a cambio de 90 días de rehabilitación preventiva y 30 días de trabajo para la comunidad además de un curso de tratamiento con un psicoterapeuta durante un año y medio.
Pero al fina el juez James Dabney le dijo que será mejor que Lilo se mantenga alejada de los coches por su propio bien. A ver si Lilo atenderá esta recomendación.