Kim Kardashian está embarazada de Kanye West y a la vez sigue siendo oficialmente mujer de Kris Humphries. Parece un culebrón pero no lo es. Más bien toda la vida de Kim Kardashian es un culebrón y del bueno.
El proceso del divorcio de Kim Kardashian y Kris Humphries dura ya más de un año. O sea, el divorcio dura cinco veces más que el propio matrimonio. Y todavía no hay indicios de que Kris y Kim pronto lleguen a un acuerdo. Y es que Humphries lo hace todo para entorpecer el proceso. Ahora va y declara que tiene agenda tan apretada que no va a poder presentarse ante los tribunales antes del mayo. Mientras que su abogado tacha la noticia sobre el embarazo de Kim de un truco barato e inmoral:
«En realidad la urgencia crítica para la resolución de esta situación condicionada por el inesperado embarazo de Kim – es algo que no depende en ningún momento de Humphries. Kim ve en ello una gran posibilidad para conseguir una ventaja en el juicio y por ello ahora está intentando presionar al juez para dar resolución cuanto antes.»
Kim está no cabreada, lo siguiente. Dicen que los problemas en el proceso del divorcio comenzaron nada más hacerse pública su relación con Kanye West. Y eso fue tan solo un mes tras el anuncio del divorcio de Kris Humphries y Kim Kardashian. Ahora Kim promete que todos los gastos judiciales van a correr por su cuenta, solo que todo esto acabe cuanto antes.