Cómo decía aquella canción «Manolete si no sabes torear pa’ qué te metes». Rihanna le pone valor a todo lo que hace. Así la decisión de hacer una mini gira llamada «777» fue más que valiente. Yo incluso diría que es un intento de abarcar lo infinito. Pero a Rihanna esa idea no le pareció muy extravagante. Se trata de una gira «semanal» en la que Rihanna se comprometió dar 7 conciertos en 7 países y en 7 días.
Pero si no puede ser, pues no puede ser. Tanto trabajo en tan poco tiempo no podría pasar sin percances y contratiempos. Saltando de avión en avión Rihanna ha acumulado varias multas por acudir tarde a varias de las actuaciones así como diversas fiestas en las que ella era la protagonista.
Se ve que la puntualidad no es una cosa muy propia de Rihanna, incluso teniendo a su disposición un jet privado. Así que ahora la cantante tendrá que pagar más 250 mil dólares de indemnizaciones.
Y al parecer los representantes de Rihanna sí que tenían todo muy bien cuadrado. Pero la imprudente cantante decidió que incluso esa semana ella tiene derecho al descanso y se fue de compras a París para gastar ahí una millonada en lencería de marcas como «Agent Provocateur» o «La Perla». ¿A quién le alegrarán la vista esas prendas tan delicadas? Lo más probable es que sea Chris Brown.