Aunque la «ruptura» de Justin Bieber y Selena Gomez no ha sido una total sorpresa ya que desde el principio estaba claro que esta plastificada pareja no durará mucho, sin embargo esta semana desde que la separación se hizo pública estos dos jóvenes cantantes son el objeto principal de caza de los paparazzis.
Para superar la ruptura Selena Gomez se ha ido a Dallas a casa de sus padres y se habla de que la ex estrella de Disney va a pasar una temporada hasta que todo se calme un poco. Pero antes de esta huida, Justin la invitó a cenar para poder aclarar un poco todo y a lo mejor conseguir recuperar esa relación perdida. Pero al parecer las cosas se empezaron a torcer ya nada más entrar al restaurante y que los cantantes abandonaron el lugar minutos después de entrar.
Los paparazzis les fotografiaron cerca del restaurante después de la cena y a juzgar por las caras de los dos jóvenes la reconciliación no ha sido posible. Después Selena se fue a su casa y Justin la siguió en su maravilloso Ferrari blanco. Pero Selena no le abrió las puertas así que los fotógrafos presenciaron una vergonzosa escena del enfado de Justin Bieber que estuvo llamando al timbre durante una hora y sin ningún resultado.
Pero lo más llamativo de toda esta historia… son los pantalones de Justin Bieber. ¡H O R R O R O S O S! No he visto cosa más fea desde el vestido de Sarah Michelle Gellar. Pero al lado de este trapo colgado entre las piernas de Justin Bieber el vestido de Sarah es la cumbre del estilo y de la elegancia. No sé como Bieber pretendía recuperarla a Selena con esas pintas.