Estamos en crisis y no hay nada mejor para ahorrar, que ir de vacaciones a casa de las amistades.
Si faltan los euros, solo hay que descolgar el teléfono y planear una visita “de cortesía” a los conocidos, amigos o familiares.
Al menos eso es lo que han hecho Máxima y Guillermo de Holanda durante su visita a la ciudad condal (según leo en la revista ‘Lecturas‘), hospedándose en casa de los Duques de Palma.
Llegaron para hacer turismo con sus hijas y la fuerte lluvia no les impidió visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad. Además, con Cristina e Iñaki como guías de excepción, estoy seguro de que nos les faltaría de nada en su periplo por Barcelona.
No hay nada como unos días de descanso para volver con las pilas cargadas y afrontar las arduas tareas de su vida cotidiana. ¡Qué duro es esto de la monarquía!