Muchas son las cosas que han ocurrido en la Academia desde que los chicos entraran en ella el pasado martes. Entre otras muchas, Patty ha decidido irse. Su abuela murió el mismo día que ella entró en OT, y después de mucho darle vueltas ha tomado la decisión de abandonar, no sin antes prometer que volverá el martes para cantar a dúo con su compañero Pablo «Cuando me vaya«, de Melocos y La Quinta Estación. Una pena, la Academia se pierde una gran voz.
Por otra parte, hay cierto resquemor hacia Virginia por parte de un sector de los triunfitos, liderado por Sandra e Iván; aprovechan cualquier momento para críticarla pues, según dicen, va de mosquita muerta y luego es de las que te clavan el puñal por la espalda.
Noelia y Rubén pasan cada vez más tiempo juntos, prodigándose mimos y piropos. Noelia no lo niega, pero Rubén esquiva las preguntas de sus compañeros, que ya han empezado a darse cuenta.
Reke se ha montado su propia película, y ha afirmado que la verdadera pareja que se está fraguando dentro de la Academia no es heterosexual, ¿a quién se referirá?
También ha habido tiempo para echar de menos a la gente de fuera; Tania G, Sandra y Esther no se olvidan de sus parejas, e incluso cuentan que por las noches les entra la llorera.
Mañana es noche de Gala. Veremos como lo hacen los concursantes y quién sale nominado. Mi apuesta para la nominación de mañana es Esther: canta bien, pero ha estado muy dispersa en las clases. Ha tenido muchos problemas con los tonos de la canción y está más pendiente de su pelo y de ver qué pasa detrás de los cristales de la pecera. Seguro que se lleva comentario de Risto de regalo.
¿Y tú? ¿A quién crees que nominarán?
Operación Triunfo…artistas de «laboratorio. (Tele 5)
Posteado por: SERGIO el 12 may – sin comentarios
Operación triunfo… artistas de «laboratorio». Tele 5
Una Aria, es un conjunto de sonidos y silencios de sublime armonía y belleza. Pero en OT, muy lejos de los «jardines de academos» de Platón, donde los alumnos hacían corro a su alrededor para escuchar verdades racionales, y más cerca de la biotecnología de probeta y agitación de manipulación y transferencia del talento, como algo híbrido, de distinta naturaleza al clásico caminar hacia la fama, se siguen creando criaturas mediáticas proyectadas por la luz artificial, no natural.
Operación Triunfo, que ya va por la décima edición, sigue captando a los mozos y a las mozas esperanzados de ser tocados por la vara del éxito, y que buscan en el programa un trocito de cielo en el vasto universo de la fama. Adolescentes permeables y vulnerables, que como una esponja son absorbidos por la tentación furtiva y pasajera de triunfo, con ilusión del que desconoce realidades no siempre ciertas, entonan canciones que no son suyas en escenario ya preparado para tal uso y evento. Karaoke hubiera quedado muy común, muy grosero y poco académico.
Con la colaboración de «Ristro», ese arisco personaje , genial actor y dramaturgo, que si se atreviera con el atormentado personaje de Hamlet, le saldría casi bordado, haciendo llorar a la mismísima bella Ofélia o batirse en duelo con su hermano Laertes. Convirtiéndose en un 50% junto con Jesús Vázquez, cooperador necesario para tal fechoría de explosión juvenil de emociones sentimientos, para jugar al «poli bueno- poli malo», esto és; uno dando golosinas a cuchara, y el otro zurrando y repartiendo estopa para el castigo de la autoestima.
Pero las criaturas concursantes y sus emocionados padres, que suelen llorar al ver a sus pupilos entre plataformas y decorados. ¡Como lo pasan estos padres!, donde pueden caer en la irracionalidad de que todos pueden llegar a glorificar escenarios. Porqué, aparte del hiperactivo Bisbal y un poquito de Chenoa, los demás no destacaron en exceso ni sobresalieron para el oficio del cante y la serenata.
Un melodrama en las despedidas cuando uno es expulsado. Es la parte histriónica y de más convulsión, y los chavales sufren como el Judío lo haría si fuera obligado a pasar a ser Cristiano. Como en el Mercader de Venecia, una libra de su carne se queda en la academia.
¿De qué academia salieron Serrat, Sabina, Loquillo, Alaska, Bosé y otros muchos que tuvieron que comenzar al «revés»?, haciendo carrera, pisando fuerte en los escenarios primero y siendo juzgados después. Un exceso de «mimitos» y de dar el plato lleno y catre acomodado a cambio de cuatro cachetes en público por un dudoso jurado, puede ser la muerte de los cantautores canallas, de los grupos que ensayan en oscuros garajes, de los guitarristas virtuosos haciendo sus pinitos en un sucio y bohemio antro entrada yá la madrugada.
La música suele salir del alma, del corazón, de la garganta y de la respiración acelerada por la pasión, pero no de la alquimia artificial del laboratorio de una productora ambiciosa. El peso de la falta de talento hunde el fino suelo del oficio de artista, pues cubriendo de adornos y bisutería un muñeco de trapo, no se puede formar y dar trazo a una estilizada figura de porcelana.
Las fórmulas televisivas mezclan sustancias aparentemente inocuas, pero cuando son agitadas deflagan, transmutando la materia donde suelen acabar desprendiendo sólo el aroma, perdiendo la fragancia que es la esencia, y acabar como el incienso que se pierde por las esquinas y recoletos de cualquier templo. Es la alquimia de la televisión moderna.
Pero viendo todo esto desde arriba, a vista de pájaro, como en una atalaya en una perspectiva donde todo se ve color de rosa, cargado de sueños adolescentes y, de los amigos de mis amigas son mis amigos. ¡Claro que sí! Es de natura que la ilusión y los sueños de la juventud no puedan ser mutilados por necedad y, a sabiendas. No nos podemos ensañar con los polluelos, eso no sería justo, porque mientras tanto las águilas llenan sus arcas. El espectáculo mediático ha de continuar.
Sergio Farras (escritor tremendista)