La crisis económica mundial no perdona a la industria de la moda. Las mejores casas de vestimenta debieron reducir sus colecciones, abaratar sus costos, y buscar nuevos inversores, para seguir funcionando adecuadamente.
Lamentablemente, la talentosa, Luella, galardonada en el 2008, como la diseñadora del año en los “British Fashion Awards”, es una de las afectadas.
La británica solía contar con el apoyo económico del “Holding Club 21”, quien se encargaba de financiar sus proyectos, puesto que se posicionaba como la gran promesa de la alta costura inglesa.
Sin embargo, el “Holding Club 21”, decidió quitar el apoyo ofrecido, al constatar que el negocio ya no era rentable. Debido a la falta de capital, la colección diseñada para la temporada Primera Verano 2010, no pudo ser presentada, quedando tan sólo en los sueños de la joven.