Uno de los matrimonios más emblemáticos de Hollywood es, sin duda, el de Nicole Kidman y Keith Urban.
El cantante de música country y la actriz celebraron su boda a comienzos del año 2006, y cuatro meses después de ese acontecimiento, Keith ingresaba a una clínica para comenzar un tratamiento de rehabilitación, a causa de su adición a las drogas.
Keith, de 43 años, que era adicto a la cocaína y había estado en rehabilitación dos veces antes, admite que esto fue un punto de inflexión que los unió aún más, contrariamente a lo que él mismo consideraba, ya que temió por su matrimonio, después de que había ingresado a la clínica.
«…Yo pensé: ‘Vamos a dejar pasar unos años hasta que tengamos algo más sólido, porque este tipo de cosas nos podrían separar. Esto podría destruir nuestra relación’…», admite ahora el cantante recordando lo difícil que fue poner su matrimonio en la cuerda floja.
«…La forma en que Nic manejó la situación fue perfecta. Todo fue cuidadosamente diseñado y creo que entonces llegó el momento de fundirnos juntos…», comenta el artista.
Ahora, Keith está totalmente restablecido, y aunque su lucha es diaria, sólo tiene palabras para proclamar su amor incondicional: «…Nadie podrá amarte tanto como yo…«, le dijo a Nicole en directo en el programa de Oprah Winfrey, donde participó y confesó todos los detalles de su rehabilitación.
Asi pues, la pareja está más unida que nunca y muy pendiente de su pequeña Sunday Rose, mientras intentan mantenerse alejados de todos los cotilleos de Hollywood.