Ésto tarde o temprano tendría que pasar. ¡Lo sabía! ¡Lo presentía! ¡Lo avisaba! La vida de este chico no iba por el buen camino. Pasó lo que tenía que haber pasado hace ya mucho tiempo. Justin Bieber ha sido detenido en Miami por conducir en estado de ebriedad, por posesión de drogas y por participar en carreras de coches ilegales.
Los reporteros ya sabían que Justin se ha quedado una temporada en Miami, donde no hacía otra cosa que montar una fiesta tras otra. Y al final pasó – las fuentes policiales confirmaron que Justin Bieber ha sido detenido mientras iba borracho y drogado en un Lamborghini de alquiler y sin llevar encima su permiso de conducir. En el momento de detención, para más inri, el chaval ha desobedecido a la autoridad y opuso resistencia.
En menos de 24 horas después Justin Bieber fue puesto en libertad con cargos después de pagar la fianza de 2500 dólares impuesta por el juez.
A juzgar por las fotos de su ficha policial, al cantante este hecho no le estropeó los ánimos. Justin por costumbre le sonrió a la cámara.
A lo mejor pensaba que era una broma de cámara oculta o algo así y no se daba cuenta de la gravedad del asunto. A favor de esta teoría dice su comportamiento en la sala del juicio. Bieber no se siente culpable y no entiende qué es lo que hizo mal. Los testigos cuentan que el cantante no paraba de decir que no entiende porqué le paró la policía. Además Justin no quiere admitir el consumo de drogas y de grandes cantidades del alcohol – dice que eran los antidepresivos y un par de cervezas con los amigos. Lo único que admitió fue que ese día él realmente fumó la marihuana que le recetó su médico.
No le deseo ningún mal a Justin Bieber pero creo que ésto debería ser una buena lección para el joven cantante para el resto de su vida. Él aun está a tiempo de recapacitar y de no repetir los mismos errores de Lindsay Lohan y Cía.