«Jen es una mujer increíblemente generosa, cariñosa y graciosísima. Valoro profundamente nuestra relación«. Con estas palabras, Brad Pitt intenta quitarle hierro a unas declaraciones en que revela que durante su matrimonio con Jennifer Aniston se «sentía patético» y que «no tenía una vida interesante«.
La entrevista que dio el actor a la revista Parade ha levantado tanta polémica, que Brad Pitt ha tenido que aclarar que tras ella no existen malas intenciones. «Empecé a estar harto de verme sentado en un sofá, con un porro en la mano e intentando esconderme. Me sentía patético«, declara en el artículo que saldrá publicado el domingo en Estados Unidos. «Creo que mi matrimonio tuvo algo que ver con eso. Intentaba creer que era algo que no era».
A pesar de que hayan pasado seis años desde el sonado divorcio de Brad Pitt y Jennifer Aniston, el fantasma del escándalo siempre rodea las entrevistas en profundidad de ambos actores. Y Angelina Jolie tiene mucho que ver con ello. Tal vez por eso, no es difícil entrever una suerte de odiosa comparación en las declaraciones de Pitt.
«Una de las mejores cosas que he hecho en mi vida ha sido darles a mis hijos una madre como Angie. Es tan buena. Oh, estoy tan feliz de tenerla«, comenta, olvidando el frustrado deseo que repetidamente ha manifestado su ex de convertirse en madre. «Ahora pongo mucho más énfasis en ser un hombre satisfecho», añade, en contraste con lo que cuenta de su pasado. «Estoy satisfecho de haber encontrado a la mujer que amo, Angie, y de construir con ella una familia».
Las confesiones de su exmarido pillan a Aniston en un mal momento. Su madre, de 75 años, sufrió el pasado fin de semana un infarto que ha tenido a la actriz entrando y saliendo del hospital para acompañarla durante estos días. Quizás por ello, Pitt ha querido aclarar cualquier malentendido que pueda surgir de sus declaraciones. «Me da mucha pena la forma en que esto se ha interpretado», escribe el actor en su comunicado. «Nunca quise decir que Jen era aburrida, sino que yo lo estaba siendo junto a ella. Y de eso, yo soy el único responsable».