La “spice” pija ha protagonizado un nuevo desplante. En esta ocasión, los afectados fueron sus propios seguidores, que esperaban verla promocionar su línea de ropa, dVb. Sin embargo, rehusó participar a última hora en un acto que se iba a desarrollar en una tienda de Los Ángeles, provocando la indignación general y las críticas del propietario de la boutique Kitson.
Fraser Ross, el dueño del establecimiento, declaró estar “luchando” con el entorno de la mujer del futbolista David Beckham para que pueda contentar a diseñadores y simpatizantes. “Ella vive aquí, así que debería venir a atender a sus fans”, lamentó Ross.
La portavoz de la ya ex cantante justifica la ausencia de Victoria alegando a que, con tres niños a su cargo, carece de tiempo para visitar todas las tiendas que quisiera. “Todos los distribuidores del mundo piden firmas y es imposible visitar cada establecimiento”, señaló esta fuente.
A las últimas críticas se suman también los reproches del sector de la moda, que ven en Victoria como uno de los últimos y muchos ejemplos de famosos metidos a diseñadores, según informaciones de “Music-News”. Estas críticas se han hecho especialmente patentes después de que la ex “spice” haya aparecido en la portada de la edición británica de la revista Vogue, tradicional paradigma del estilo y de la moda seria, pero que ha dejado un hueco a esta “bailarina con modesto talento a quien le gusta la ropa y ha tenido la suficiente suerte de diseñar su propia línea”, según una de las muchas afirmaciones.