Estos días hemos asistido a una boda real, la de Victoria de Suecia y Daniel Westling, después conocimos la noticia del compromiso de Alberto de Mónaco, y ahora somos testigos de una ruptura real.
El príncipe Enrique de Ingletarra ha roto su relación con Chelsy Davy, tras seis años de noviazgo.
Aunque la historia de esta pareja ha estado marcada por muchos desencuentros, la noticia de la ruptura ha pillado por sorpresa a los británicos.
Según la versión oficial, Enrique y Chelsy han dejado su relación porque la joven ha decidido trasladarse definitivamente a Sudáfrica para empezar allí su carrera jurídica, algo que no es compatible con el trabajo del Príncipe en el ejército y con sus obligaciones familiares.
Los rumores dicen que la verdadera razón de esta separación está en que la indiferencia de Enrique ha acabado por minar la confianza de su novia.
«Enrique y Chelsy mantuvieron una relación amorosa llena de altibajos y de constantes rupturas, pero ahora, todo apunta a que ésta es la separación definitiva, después de darse cuenta de que desapareció la chispa del amor que había entre ellos», publicó el diario «The News of the World».
Según comenta un amigo de la pareja, los compromisos de Enrique con el Ejército y su familia, no eran compatibles con la exstencia de una relación sentimental a distancia.
«…Era el momento preciso para una ruptura limpia. La chispa ha desaparecido, y ella está centrada en mudarse a donde pertenece su corazón…», expresó la misma persona.
Por otro lado, el príncipe Enrique, tercero en la línea de sucesión a la Corona británica, decidió seguir los pasos de su madre, Lady Di, al involucrarse en tareas de desminado en Africa.
Harry, de 25 años, fue fotografiado caminando con chaleco protector y casco por campos en Mozambique.