Como decía Samantha Jones, una de las protagonistas de la serie «Sexo en Nueva York»:»Los ex amantes siempre están compitiendo. La competición se llama ‘Quién va a morir más desgraciado'». Y Britney Spears parece que acaba de confirmar esa afirmación. Britney y Kevin Federline se divorciaron en el año 2007. Desde entonces la vida de la cantante ha dado muchos altibajos. Y ahora, viviendo una vida en la que no tienen cabida los escándalos, drogas y el estrés, resulta que Britney se sigue apenando por su ruptura con Kevin.
A pesar de que su relación con David Lucado está pasando por su mejor época, los amigos de la cantante cuentan que ella no consigue olvidar del todo a su ex marido. Hace unos días Kevin Federline se casaba con la que era su novia durante éstos últimos 5 años, Victoria Prince. Y esta noticia sobre la boda de su ex le dejó destrozada a Britney:
«Cuando Britney se ha enterado, se puso como una loca. Fue una sorpresa total para ella. No siquiera la invitaron a la ceremonia y no tenía ni idea sobre los planes de Kevin.»
Al parecer Britney se ha enterado lo de la boda gracias a uno de los amigos de Kevin. Y no ha sido nada fácil asumirlo. Me da la impresión de que Britney aun guarda esperanzas de poder volver a empezarlo todo desde cero junto a Kevin. Los amigos de la cantante cuentan que Brit siguió pensando que nada está perdido aun después de que Kevin Federline y Victoria Prince hayan sido padres.
Pero insisto, no son más que rumores de las «fuentes anónimas cercanas a la cantante». Yo sigo pensando que a Brintey ese Kevin le importa un pepino. A esa mujer se le ve muy feliz junto a David Lucado. Además la cantante está volcada en un nuevo proyecto que se llama «All Eyes On Me» y que aun no sabemos en qué consiste. Tiempo a tiempo.