¡Por fin! Qué me traigan una botella de champán que quiero brindar. Yo aquí, sin comer, ni beber, sin dormir pensando en que si el tema del divorcio de Kris Humphries y Kim Kardashian se alargue el pobre bebé de Kim va a nacer estando su madre casa con otro hombre que no es su padre. ¿Qué sería de pobre criatura? Pero por fin triunfa la razón, si es que se puede aplicar esta palabra a la vida de Kim Kardashian. Kim y Kris están divorciados oficialmente.
Y no es que haya sido una larga y complicada relación. Tan rápido se conocieron, tan rápido se casaron e igual de rápido se divorciaron. Su matrimonio duró ni más ni menos que 72 días. Mientras que el proceso del divorcio ha sido 5 veces más largo. Hubo muchas disputas en cuanto a la indemnización. Es que a Kris se le ha ido la olla y el deportista pidió una suma desorbitada de la que, al final, no verá ni un céntimo y además después de haber gastado una millonada en los abogados. Kris se queda con el culo al aire, por así decirlo.
Y por fin esta semana en uno de los juzgados de Los Ángeles se ha puesto el punto final en toda esta historia.
Eso sí, antes de poner este punto final el juez le preguntó a Kim:
«¿Existe alguna razón por la cual este matrimonio debe continuar?»
La respuesta de Kim ha sido de lo más firme y contundente:
«No.»
Así sin más, sin pena ni gloria, el matrimonio de la celebritie y el deportista se ha quedado para siempre en el pasado.