Sarah Jessica Parker ya no es una jovencita. Ha cumplido los 46 años y confiesa estar viviendo uno de los mejores momentos de su vida. Su carrera profesional va viento en popa y ha superado su crisis con su marido Matthew Broderick, con el que ha tenido recientemente dos niñas.
Por si fuera poco, sus negocios no notan la crisis y la semana pasada la revista Forbes anunció que era la actriz mejor pagada junto a Angelina Jolie. De todas esas cosas hace balance la glamurosa protagonista de Sexo en Nueva York en la revista Vogue USA que le dedica otra vez una portada y van 18. El reportaje cuenta con fotografías de Mario Testino, uno los más prestigiosos del mundo de la moda y reciente autor de las imágenes de la boda de Guillermo y Kate de Inglaterra y Kate Moss y Jamie Hince.
En esta etapa de su vida la actriz confiesa estar viviendo nuevas sensacioneas: «Ya no me siento como una jovencita, ya que todavía me siento con mucha energía para disfrutar de la vida».
Madre de tres hijos, un niño y dos niñas gemelas nacidas de un vientre de alquiler-, comenta que lleva una vida bastante sencilla y casera, nada que ver con el personaje que le hizo famosa. Parker asegura que cada vez disfruta más de estar en su casa en compañía de su marido Matthew Broderick con quien lleva más de una década. El matrimonio es muy equitativo, ambos se reparten las tareas domésticas y se ocupan a partes iguales del cuidado de sus gemelas, aunque confiesa necesitar una ayuda extra, en especial para sus gemelas, y para esto recurre a una asistenta. «No me gusta abusar de esta figura porque no encuentro sentido a querer tener una familia para después no participar en ella«. Cuenta demás que las niñas pese a ser gemelas son muy diferentes físicamente. «Tabitha es más delgada y sus ojos son marrones, mientras que Loretta es más blanca y tiene los ojos azules».