Parece que en la gélida relación entre Demi Moore y sus tres hijas hay una tendencia hacia el acercamiento después de varios meses de duros enfrentamientos. La situación llegó a tal límite que las tres chicas se planteaban una demanda contra su madre para pedir una orden de alejamiento.
Y todo fue a raíz del divorcio de la actriz de Ashton Kutcher, que fue un duro golpe para Demi y ella cayo en la trampa de depresión, drogas y alcohol. Lo cual no son ingredientes, que digamos, muy buenos para mantener una cómoda atmósfera familiar. Y las niñas, Tallulah, Scout y Rumer se portaron con su madre no de la mejor forma. En vez de prestarle el apoyo cuando más lo necesitaba ellas la abandonaron, dejándola a solas con sus problemas. La reacción del padre de las chicas, el actor Bruce Willis, ha sido muy lógica – las regañó y amenazó con bloquearles las tarjetas de crédito.
Ahora la situación se está enfriando. En parte gracias a la insistencia de Jayson Blair, el novio de Rumer Willis, quién la anima a hacer las paces con su madre. Y en parte gracias a la lenta recuperación de Demi Moore, a la que por fin vimos sonreír en público hace dos semanas.
La revista Star asegura que Rumer y Demi se reunieron a finales de septiembre en la casa de la actriz para hablar. Aunque cabe mencionar que el ambiente familiar todavía es tenso. Pero el primer paso ya está hecho y es lo más importante.