No, esto ya no tiene gracia. Después de una corta temporada de aparente tranquilidad en la vida de miss Lohan vienen otra vez las historias de siempre. No puede Lilo aguantar mucho tiempo sin meterse en ningún lío. No le ha sido suficiente su experiencia en los procesos judiciales. Lilo quiere más.
Por un lado la actriz tiene un proceso pendiente relacionado con un accidente de tráfico que ella tuvo en junio de este año. Entonces Lindsay se ha visto envuelta en un cúmulo de propias mentiras y seguramente tendrá que pagar por ello.
Por otro lado esta semana en el portal TMZ ha salido información de que Lindsay Lohan y su asistente personal, Gavin Doyle son principales sospechosos en el caso del robo de joyas. El valor total de las joyas desaparecidas asciende a 100.000 dólares.
Todo pasó durante una fiesta en casa de una amiga de Lindsay, Sam Magid, en Hollywood. Después de aquella celebración, a la que estaban invitados tanto Lindsay como Gavin, la señorita Magid echó en falta a todas sus joyas.
Lo interesante es que pocos días después Sam Magid decidió anular su denuncia. Lilo y ella son viejas amigas y seguramente habrían arreglado este incomodo percance entre ellas. Pero la policía no tiene prisa para cerrar el caso sino al revés, está recogiendo las declaraciones de los testigos.
Recordemos que a pesar de que la libertad condicional de la actriz por diferentes infracciones se terminó oficialmente, ahora Lindsay podría ir a la cárcel por cualquier tontería. Así que l’enfant terrible de Hollywood está metida en un buen lío.