El exfutbolista del Real Madrid, Guti visitaba ayer El hormiguero y se lo pasaba estupendamente con Pablo Motos y su equipo. En su cuenta de Twitter unas horas antes, contaba que se iba a mostrar tal y como era en el programa de Cuatro. Se habló sobre fútbol, sobre Noelia López y sobre Turquía, país donde juega desde que abandonase el Real Madrid, y la audiencia premió lo ameno que resultó el espacio y lo natural que se mostró el deportista.
Más de un millón y medio de espectadores, vieron como Guti jugaba al fútbol soplando, lanzaba cervezas a lo largo de una barra, demostraba sus dotes con el turco y hablaba sobre sus tatuajes. Confesaba que tiene casi toda la espalda tatuada y los brazos, pero que desconoce el número de tatuajes que se ha hecho. Eso sí, lanzaba un mensaje a su recuperada novia Noelia López, y contaba que el último se lo había hecho por su chica. Se ha tatuado su nombre muy pequeño por sí acaso, explicaba. Asimismo contaba que llevaba tatuados los nombres de sus padres, sus hijos y las palabras sinceridad y respeto.
En cuanto al turco afirmaba que va con un traductor a todas partes. El programa también se hacía eco de la entrevista que dio a la CNN turca donde flirteaba con una periodista. Guti explicaba que no entendía nada de lo que le decía porque le hablaba en turco y luego, le traducían y que se mostró simpático, pero nada más. Bromeaba diciendo que era demasiado mayor para él y confesaba que tras el programa le dio su teléfono y le pidió que le acompañase al cumpleaños de un amigo, pero no puedo porque tenía entrenamiento. Lo que no aclaró es si llegó a llamarle.
Guti se mostró tranquilo, simpático y muy espontáneo. Tanto que habló no solo de su vida en Turquía sino también de su trabajo y de su novia Noelia López, con la que acaba de retomar la relación que dejaron hace un tiempo.
Guti sorprendió, agradó, encandiló y demostró que, al margen de estereotipos y prejuicios, es un chico simpático, sencillo y muy divertido. De hecho, incluso Pablo Motos percibió que el futbolista es una persona muy distinta a la imagen que de él se proyecta, cuando al despedirle le aseveró «ha sido un privilegio conocerte en este ratito porque eres un tío de puta madre.»