Este año los premios Goya debutaban en un escenario tan majestuoso como el del Teatro Real en el centro de Madrid y también contaban con un alfombra roja por donde se vio desfilar a un buen número de caras conocidas del cine español. Sin embargo, se echó de menos a algunas de las más internacionales como la recién estrenada mamá, Penélope Cruz; su íntima, Goya Toledo, Paz Vega o la recién casada, Elsa Pataky. A cambio, Javier Bardem acudió y recogió su quinto galardón por su interpretación en Biutiful como os hemos contado anteriormente.
Entre las más bellas se encontraban Elena Anaya, nominada por una habitación en Roma, que no pudo hacerse con el galardón. Llevaba un diseño asimétrico en gris de Elie Saab con sandalias de Christian Louboutin y joyas de Bárcena. También Silvia Abascal aparecía radiante con un modelo en plata y con escote palabra de honor con un ribete en negro y terminado en cola, firmado por Lorenzo Caprile, que también vistió a Anne Igartiburu, Verónica Forqué e Iciar Bollaín, una de las pocas que optó por lucir pantalones.
Marisa Paredes, siempre elegante optaba por un vestido de Carmen Halffer, de seda rojo y zapatos a juego. Lola Dueñas lucía un modelo de Miguel Palacio en blanco, no demasiado afortunado. Estupenda, estaba Ana Belén que lucía una maravillosa figura con un palabra de honor en rojo de Felipe Varela y con joyas de Carrera y Carrera.
Aura Garrido, nominada a mejor actriz revelación, que estaba guapísima, con un palabra de honor dorado de Oscar de la Renta; Cayetana Guillén Cuervo e Inma Cuesta lucieron modelos también de este diseñador. Las ganadoras de los premios a la mejor actriz principal y secundaria por Pa Negre eligieron a Cortana, Nora Navas, lucía un vestido rojo escotadísimo y Laia Marull se decantaba por el negro.
Dafne Fernández y la ministra Leire Pajín elegían a Hanibal Laguna, ambas de negro; mientras Ángeles González-Sinde llevaba un vestido asimétrico, en color vino y gran plisado de Jesús del Pozo y la vicepresidentea Elena Salgado, extremadamente delgada, lucía un diseño en azul intenso de Juanjo Oliva.
Emma Súarez lucía un vestido burdeos de Gucci, al igual que Belén Rueda que se decantaba por el negro; Najwa Ninri llevaba un diseño de encaje negro de Dolce&Gabbana, y la bellísima, Natasha Yarovenko, un palabra de honor nude de Roberto Cavalli. Pilar López de Ayala elegía el negro y a Chanel, Maribel Verdú también de negro se decantaba por Dsquared y Aitana Sánchez Gijón optaba por Carolina Herrera. Leonor Watling, embarazada de su segundo hijo, elegía un vestido camisero de Miriam Ocariz y joyas vintage de Bárcena, acompañaba a su pareja Jorge Drexler, que ganaba el Goya a la mejor canción por Lope.
Entre los chicos, el de moda Mario Casas, de Dior, y sin corbata; Hugo Silva de Moschino; Quim Gutiérrez con pajarita de Gucci; mientras que Javier Bardem, de Chanel, y el atractivo Rodrigo Cortés, director de Buried, optaban por un look negro total. El que no acudió como nominado al mejor actor fue Ryan Reynolds, el ex marido de Scarlett Johansson que optaba al premio por Buried.