Una de las chicas malas de Hollywood sigue dando de que hablar, incluso después de librarse de la cárcel.
Lindsay Lohan ha sido obligada por un juez a volver a rehabilitación hasta enero, si es que quería evitar ingresar en prisión por posesión de cocaína.
El problema es que esa rehabilitación se la tiene que costear ella y, la joven actriz, dice que ya no tiene medios económicos para afrotarlo, puesto que mientras está en la clínica no puede trabajar.
Como solución, Lindsay pidió seguir un tratamiento ambulatorio de día.
De ese modo, podría seguir gestionando su línea de ropa y conseguir facturar para pagar tal cantidad de dinero.
La petición, al parecer no ha sido tenida en cuenta por la jueza, quien lejos de la pretensión de la actriz mantuvo su orden de que permaneciera ingresada hasta enero.
La «necesitada» de Lindsay precisa unos 38.000 euros.
¿Algunos de vosotros tendrá algunos de sobra para prestarle?
Aunque ya hay quienes dicen que es una «jugada» para librarse del ingreso.