El look, que llamó la atención de los fotógrafos en la tarde del jueves pasado, fue elegido por la joven y controvertida actriz para hacer las compras,en West Hollywood.
Lindsay se paseó por las calles con una blusa gris, que tenía un escote muy generoso en la espalda.
Este extraño atuendo es completado con la pulsera que la joven lleva consigo, desde hace un tiempo, y que le permite monitorear su nivel de alcohol en su cuerpo.
Lohan fue obligada a usar este accesorio tras su ausencia a la audiencia de libertad condicional.
Este particular equipamento debe ser utilizado por ella hasta finales del mes de julio, cuando se reúna nuevamente, con la Corte norteamericana.
Aunque muchos medios sostiene que la joven se la habría quitado para poder beber en la gala de los premios MTV.
Sientiéndose víctima del asedio de la prensa especializada, la cual ya la ha relacionado en varios escándalos, la actriz resolvió apelar a la buena voluntad de los periodstas, y les realizó un pedido muy especial.
«…Ya fue suficiente. Por favor, dejenme viver mi vida en paz. No he tocado ni bebido una gota de alcohol o de cualquier otra sustancia…», expresó.
Lindsay Lohan declaró que las persecuciones de los medios, y los escándalos que éstos le inventan han perjudicado su carrera cinematogáfica, según la revista «Star».