Yoko Ono ha tomado una controvertida decisión de incluir en una exposición sobre la vida de John Lennon el material que le fue entregado en el hospital tras la muerte de su pareja. Así pues una bolsa de papel marrón con la ropa ensangrentada que el músico vestía el día que fue asesinado en 1980 se ha convertido en la estrella de dicha exposición. En la presentación la viuda del cantante dijo:
«Fue una decisión muy difícil y pensé que podría ser también muy criticada. Me resultó muy duro, pero volví a revolver los armarios»
Y tan difícil. Creo que la dificultad principal consistía en la suma del cache que recibiría Yoko Ono por evento. En la exposición también hay otro tipo de objetos no tan impresionables: se exponen su «green card», diversas cartas, la guitarra utilizada durante un concierto con Elton John en el Madison Square Garden, fragmentos de un documental rodado con Yoko Ono, las famosas gafas y partituras.
Como vemos, alrededor de John Lennon, al igual que alrededor de cualquier otra persona mítica, se ha creado una atmósfera fetichista y su público está reclamando los más y más íntimos detalles de John Lennon (si es que queda aun algo realmente íntimo). Faltan por aparecer otras reliquias como el aire respirado por John Lennon, el agua con la que bautizaron a Lennon, la caspa caída del pelo de Lennon, los rayos del sol que rozaron la piel de Lennon y etc. hasta donde llegue la fantasía. Entiendo que todos tenemos nuestros fetiches. Pero en el caso de Lennon el mejor fetiche que puede haber son sus canciones.
Via: BBC News
SERGIO FARRAS… escritor tremendista
15Feb, 2009
A propósito de «God».. y John Lennnon
Escrito por: asesoresbarcino el 15 Feb 2009 – URL Permanente
Con la perturbación política actual en España, con la crisis mundial, con los conflictos bélicos siempre latentes, el odio absurdo entre razas y religiones, la controversión de la existencia de un Dios…, todos corremos el peligro, o virtud, de pensar como lo hizo en su momento John Lennon cuando compuso «God».
«No creo en la magia, no creo en la Biblia, no creo en el tarot, no creo en Hitler, no creo en Jesús…, el mensaje de Lennon era de doble capa, planteándose la manipulación a la que a veces somos sometidos, y la existencia de un Dios, que probablemente le defraudó. Y en estos días, que está tan de «moda» cuestionar la existencia de Dios en los autobuses, que ha pasado de ser transporte humilde de la urbe a popular cuestionador de veracidad de entes trascendentales.
Como decía Lennon; Dios es un concepto, por el cual podemos medir nuestro dolor». John, sabía lo que se decía. De su frágil alma, de su ingenioso noble talento, salían composiciones que desde el cielo los ángeles escuchan con atención. Como si fuera magia que les encanta, y que les dejan absortos como el fino y trazado susurro canto que deja maravillado al marino.
«No creo en Buda, no creo en Kennedy, no creo en Mantra, no creo en Elvis, no creo en los Beatels, y es cierto. ¿Que puedo decir? Los sueños se acabaron ayer»… pero más allá de sus agudos pensamientos y reflexiones a la sombra de sus desgarrdas cuerdas de su guitarras, los ciudadanos de hoy, podemos perder también la confianza en los políticos por el peso de la suspicacia. Lo de Dios, es una cuestión de fe. O se cree, o no se cree, y tampoco hay que ir mareando en exceso a los parroquianos ni a los «Darwinistas».
Tanta confusión social de crisis y desamparo, de chanchullos políticos económicos, pueden hacer que acabemos en la buardilla, a solas y vulnerables, pensando como John; «Yo era un tejedor de sueños».
En España, la incertidumbre y la desorientación hacen que el ciudadano, el trabajador, -que suele dar pena al político-, el comerciante que abre sus puertas cada día, el pequeño empresario que ariesga su capital…, puedan dejar de creer en el sistema, para encerrarse en sí mismos en una indiferencia total, haciendo de su mundo interior sus barrotes. Las urnas se pueden resentir el día de comicios, porque las ceraduras del alma suelen ser difíciles de abrir una vez son selladas con plomo. En mano de los que mandan, y tambien, de los que hacen oposición, que siendo destructiva y criticadora por defecto, no llevará a soluciones de nada, pues entre todos deberían de tranquilizar a las almas agitadas.
Se desconoce, si los que tienen bastón de mando en la banca española, escuchan a John Lennon, pero estaría bien que lo incluyeran en su desconfianza de proveer crediticios y curarse de su excusa, de escrúpulos y recelos varios a la hora de prestar dinero. Tambien los banqueros deberían de escuchar, y pensar, y reflexionar…., y hasta tocar la guitarra. ¡Si se atrevieran a dar el paso!
Escuchemos la canción de Lennon entre todos…, «yo era un tejedor de sueños, pero ahora he renacido. Yo era una morsa, pero ahora soy John. Así qué, queridísimos amigos, tan sólo tienen que seguir…, los sueños se acabaron.
En nuestras manos y en la de los políticos de buena intención, en la banca de pensamiento dinámico, y en la de los que mandan, que suelen ser los que disponen nuestros destinos, estará la solución de no caer en la apatía que nos puede llevar a gravitar alrededor de la miseria y el dolor.
Soñemos pues sin miedo, y esperemos que se cumplan las expectativas del valor de la racionalidad y el factor humano, para dar arreglo de lo que anhelamos. Y la esperanza, sea una herramienta, como un relevo de la desconfianza. Y saber, que Dios y política no tienen nada que ver.
A tí John, que estarás donde más gustases, que algunos pensaban que eras un loco entrometido. Y como bien decías; «ningún infierno debajo, sobre nosotros el cielo, imagina que no hay solución…, es fácil si lo intentas. Yo, intento peregrinar con tu alma…, y te digo, con la humildad con la que el alumno se dirige al maestro: que en acuarela, mil veces a lo largo del horizonte no hay dos amaneceres idénticos.
Para tí, Lennon, de este humilde escritor.
Sergio Farras (escritor tremendista)
La verdad comparto con quien hizo la nota que lo mejor que queda de John son sus canciones y el amor que todos sentimos (los que lo sentimos) por el. Por su persona, por lo que fue en vida!! claro que una trágica muerte cuanto mas morbosa sea atrae mucho más publico, no se conforman con sus lentes o sus escrituras….Verdaderamente en mi opinion lo que menos me gustaria ver seria su ropa ensangrentada ya que «me trae un mal recuerdo» (aunque no estaba ni vivia yo cuendo el murió) me emociono mas cuando escucho su voz, capto su msj en las canciones o veo sus videos, me siento mas cercana a lo que el realmente fue.
Fui yo!! yo fui alumbrada x el mismo sol que alumbro a John!!