No puedo dejar pasar la ocasión de comentar el espectáculo lamentable que han protagonizado un grupo de fans dominicanos de nuestro querido David Bisbal.
Dice el refrán «quien bien te quiere te hará llorar» y el cantante almeriense se ha pasado casi dos meses soltando lagrimitas porque una de sus más devotas fans ha estado a punto de airear detalles secretos de su nuevo trabajo. Esto podía haber arruinado el lanzamiento de su último disco, que de hecho ha sido retrasado, y dejado «al descubierto» los detalles más sórdidos de la vida personal del ex-triunfito.
Yo no dejo de sorprenderme sobre la cantidad de información que los fans manejan sobre nuestros famosos, lo que ha permitido que estos cuatro delincuentes descubran la dirección de correo electrónico privada del cantante y ¡sus claves de acceso!
Aunque muchos opinan que es precisamente este exceso de información lo que ha permitido quebrar su intimidad, otros piensan que la «poca originalidad» de Bisbal a la hora de establecer su password es lo que ha facilitado encontrar este agujero en su «seguridad digital».
No sé si llegaremos a conocer la verdad sobre cómo paso pero lo que si conocemos es cuánto vale la fidelidad al cantante; 80.000 euros es lo que pedían por no revelar la información, es decir, extorsión con mayúsculas.
Pero que nadie piense que esto ha terminado, la información es oro y lo que hayan leído los pequeños hackers durante este tiempo es algo preciado por los carroñeros de la prensa del corazón. Aunque no tengan ya la información «física», todos los detalles que recuerden (y los que se inventen) tienen valor y son factibles de ser publicados. Así que no les den por muertos, que estos fans pueden aún dar mucha guerra…
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