La mayoría desconocerá que la despampánate “vigilante de la playa” es de origen canadiense aunque, a sus 40 añitos, Pamela Anderson haya decidido convertirse en ciudadana estadounidense.
Según informó la propia actriz en su página web, ha dado este paso para poder usar sus derechos políticos en la defensa de los animales. «Ser ciudadana es importante, no sólo porque ahora puedo votar, sino también porque puedo abogar en el Capitolio para defender a los animales«, puntualizaba. Allí precisamente es donde se ha dirigido con su recién estrenada nacionalidad, ya que Anderson estuvo el fin de semana pasado cenando en la Casa Blanca donde entregó un informe científico de la organización de defensa de los animales PETA. En él se critica el uso de animales en Estados Unidos para pruebas de cosméticos y medicamentos, frente a métodos más modernos usados en países europeos.
Pamela se lo «toma muy a pecho” y es una gran activista de la organización.
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