Eduardo López, padre de la que fuera la ganadora de la primera edición de Operación Triunfo, Rosa López, falleció ayer en Granada, a los 59 años, tras una larga enfermedad. Desde hace tiempo sufría cáncer de pulmón, y su cuerpo no resistió más.
Sus restos mortales fueron trasladados al cementerio de Trasmulas, en Peñuelas, donde recibieron sepultura.
Eduardo abandonó su trabajo de vigilante para dedicarse a promocionar a su hija, convencido de que triunfaría en el mundo de la canción, y desde que ganara el famoso concurso se convirtió en su mánager.