Sí, los problemas familiares pudieron con ellos. Una de las parejas más estables de Hollywood confirma oficialmente iniciar el proceso del divorcio.
Parece que a Robin Wright le molestó mucho el hecho de que Sean Penn no le mencionase en los Oscar el febrero pasado, donde el actor recibió el premio al Mejor Actor por su papel en «Mi nombre es Harvey Milk«. Eso fue la última gota que colma el vaso por que en el año 2007 la pareja también estuvo a punto de divorciarse pero al final retomaron la relación. Y, ya veis, desgraciadamente no sirvió de mucho.
Sean Penn ha sido el que ha presentado la demanda de separación en la que solicita la custodia compartida de los dos hijos que tiene la pareja (Dylan de 18 años y Hopper de 15) y no tener que aportar a Robin Wright ninguna pensión alimentaria. Y eso último me parece fatal.
Es cierto que Robin Wright es una actriz con bastante talento y puede mantenerse ella sola perfectamente. Pero lo que me parece injusto es que después de 20 años juntos (la pareja se conoció en 1990 y se casaron en 1996), mientras Robin dedicaba toda su vida solo a la familia, criando a sus dos hijos y dejando que Sean construye su exitosa carrera en Hollywood, y que ahora el tacaño de Sean no quiere hacerse cargo de ella.
Desde luego, ya se sabía que Sean Penn era un antipático mamarracho, pero aquí el actor superó todas las expectativas.
Via: Us Magazine
Foto: Zimbio
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