Ke$ha lideró el ranking de las canciones más descargadas de 2010 con «TiK ToK», un exitazo del que se sienten responsables los antiguos managers de la cantante, que ahora le reclaman buena parte de sus ganancias… nada menos que 14 millones de dólares.
Resulta que Ke$ha firmó con ellos un contrato exclusivo que le impedía fichar por otra compañía durante un año, pero en septiembre de 2008 recibió la llamada del conocido productor Dr. Luke para que trabajara con él y su equipo, y ella dio por finalizada su relación con sus hasta entonces gestores.
Su antigua compañía asegura que la artista fue presionada por Luke para tomar esa decisión. «La vamos a llevar a los tribunales y vamos a demostrar que Dr. Luke le indujo a romper un contrato que ella no tenía derecho a terminar, por lo que vamos a conseguir una indemnización», indican.
Sin embargo, la ley puede estar del lado de la cantante, ya que realmente no firmó ningún otro acuerdo con nadie y Luke solo actuó como productor y coautor de su exitoso tema, sin hacer funciones de manager.