El actor de 83 años ha dado por perdida la batalla que libraba contra el cáncer de pulmón.
Paul ha abandonado el Weill Cornell Medical Center de Nueva York (donde seguía un tratamiento de quimioterapia) , para disfrutar de los últimos días de su vida en casa rodeado de los suyos.
Los médicos le confirmaron que el tratamiento no estaba dando los resultados esperados y le comunicaron que su esperanza de vida era de apenas unas semanas. Por ello el actor ha dejado todo arreglado (ya hay especulaciones sobre la herencia del actor) y se ha trasladado a su domicilio con su mujer, Joanne Woodward, y sus hijos.
Desde que comenzaran los rumores de su enfermedad el pasado enero, el actor ha sufrido un empeoramiento progresivo de su estado de salud y parece que el final se acerca para este grandísimo actor, que ya forma parte de las leyendas de Hollywood.
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